miércoles, 28 de octubre de 2009

Globalización y Neoliberalismo: Un reto para América Latina

La palabra “globalización” es un fenómeno, que abarca todo el mundo. La globalización es un proceso de mayor acercamiento de las personas y los pueblos a escala mundial como resultado de la expansión de las comunicaciones, el mayor acceso a la información y el crecimiento de la economía del mercado. Este proceso genera la toma de conciencia colectiva de un conjunto de problemas que amenaza la integridad de la especie humana. Entre los principales elementos que atraviesan las fronteras nacionales se encuentran:
  • Los capitales, se movilizan más fácilmente que los bienes y servicios.
  • Las corporaciones, que utilizan recursos de distintos lados del mundo con la posibilidad de escoger los mercados, obligaciones o beneficios tributarios que más les conviene.
  • Las comunicaciones, siendo imposible controlar la información tanto por el acceso como por la velocidad con que ésta viaja.
  • El consumo, los hábitos de consumo son globales debido a la comunicación.
  • El medio ambiente, donde la gestión de los recursos ambientales tienen repercusión global.

Los beneficios de la globalización

A inicios de los noventa las principales democracia capitalistas ( Estados Unidos, Europa y Japón) sostuvieron que el crecimiento económico al que llegaron durante la década del ochenta era el resultado de la aplicación de políticas neoliberales como la privatización, desregulación y liberación arancelaria. El Estado debía convertirse en facilitador y no en un empresario. El fin de la guerra fría con la caída del muro de Berlín y la desaparición de la U.R.S.S. reforzaron esta propuesta. En el Perú la aplicación de políticas heterodoxas como la estatización de la banca y el control del tipo de cambio llevaron al país a una crisis económica comparada a la de una economía de guerra.

Puede afirmarse que la globalización permite la inversión extranjera en sectores donde el Estado no puede invertir generando producción y puestos de trabajo en el país receptor. El Perú ha recibido inversiones en sectores como telecomunicaciones, finanzas, minería, comercialización, etc. Brindando mejores servicios a los consumidores nacionales y elevándolos a la categoría de consumidores globales.

Por otro lado, el desarrollo tecnológico en telecomunicaciones ha permitido que la humanidad se encuentre más comunicada que nunca. Esto permite acceder a información no siempre proporcionada por los medios de comunicación contribuyendo a la libertad de expresión. Los negocios han reducido sus costos de comunicación optimizando sus procesos y mejorando la calidad de servicios.

Existe una tendencia a formar tribunales de justicia internacionales que velan por el respeto del orden democrático trascendiendo a las fronteras nacionales. Esto permite juzgar a los dictadores que han atentado contra los derechos humanos en acciones como el genocidio, la tortura, la persecución política, etc. También contribuyen a perseguir aquellos funcionarios públicos que han cometido actos de corrupción.

A pesar de todos los beneficios que brinda la globalización existen serias críticas que afirman que puede constituir una amenaza para el futuro en vez de un camino para el desarrollo. La libre circulación del capital, soportado por los sistemas de información, hacen que los inversionistas elijan negocios "en tiempo real" de alta rentabilidad, reducido riesgo y corta vida.

En ese sentido las bolsas de valores son los principales receptores de la inversión extranjera y no los sectores estratégicos para el desarrollo de los países. Por este motivo el grueso del dinero que ingresa a un país no genera producción ni puestos de trabajo. Incluso, cuando las transnacionales hacen inversiones a mediano y largo plazo, sus trabajadores pasan constantes reducciones de personal con la finalidad de mantener la rentabilidad de la corporación ante la fuerte competencia global. Los costos de mano de obra varían mucho de un país a otro y las transnacionales no tienen ningún impedimento para contratar trabajadores de ultramar a salarios mucho más bajos. La tendencia entonces es al desempleo y la reducción progresiva de los salarios.

Consecuencia de todo esto es que la distribución de la riqueza nunca ha sido tan desigual. Sólo en Estados Unidos medio millón de personas (de más de 250 millones) poseen un tercio del patrimonio privado de ese país. Según anunciaba la ONU en el 2003, cada cuatro segundos muere de hambre una persona en el mundo a pesar que existen reservas de alimentos para dar de comer cinco veces a la población mundial.

Las ventajas de la globalización son evidentes: rapidez en el crecimiento, mejores niveles de vida, nuevas oportunidades. Sin embargo, se ha iniciado una reacción violenta. ¿Por qué? Porque las ventajas se han distribuido en forma muy desigual, el mercado global no se ha estabilizado con las reglas basadas en objetivos sociales compartidos, y porque si todos los pobres del mundo siguen el camino que llevó a la prosperidad a los ricos de hoy, pronto se agotarán los recursos de la Tierra. De allí que el reto que enfrentamos hoy: asegurar que la globalización se convierta en una fuerza positiva para todos y evitar que millones de personas se queden en la miseria.
Hay muchas cosas que las naciones pobres pueden hacer para ayudarse; pero las naciones ricas tienen que jugar un papel indispensable, abriendo sus mercados a los productos que ofrecen los países pobres y dejando de inundar el mercado mundial con alimentos subsidiados, haciendo imposible la competencia de los agricultores en los países pobres.

Todos están de acuerdo en que a los países más pobres se les debe quitar la carga de la deuda. Pero los países ricos todavía no han puesto a disposición suficientes recursos para hacerlo.

Las empresas privadas y los gobiernos deben tener en cuenta las necesidades de los pobres al tomar sus decisiones de inversión y poner precios a sus productos. Son los principales beneficiarios de la globalización y les debe interesar que ésta sea sostenible, haciendo que produzca ventajas para todos.

Solamente cuando la gente común y corriente, hombres y mujeres de ciudades y aldeas del mundo, tengan una vida mejor, sabremos que la globalización dejará de ser exclusiva y permitirá que todos compartan sus oportunidades. Ésta es la clave para eliminar la pobreza en el mundo.

Llegó a la conclusión que la globalización sería una herramienta fundamental para el crecimiento económico, como requisito indispensable del desarrollo de los países y así de esa manera erradicar uno de los peores males que aqueja a la humanidad, la pobreza; por supuesto los resultados serían los esperados si las reglas y procedimientos se aplicaran en equidad de condiciones, lamentablemente los resultados (al menos en países como los nuestros), son todo lo contrario.

Sobre la globalizacion hay una amplia variedad de opiniones sugerimos algunas lecturas interesantes:

Globalización e infancia, UNICEF

Globalización, Banco Mundial

sábado, 10 de octubre de 2009

Un dia de clase


Estimados(as) alumnos (as) les muestro las fotos de la promoción "San Ignacio de Loyola"de un dia de clases. Hagan click en el siguiente link fotos de promocion